hasta que reviente
Últimamente me da la impresión de que la gente que me rodea se preocupa por mí.
Sobre todo, se lo noto a las mujeres. Todavía no entiendo porqué suelen pretender evitar que me haga tanto daño como quiera. Como si mereciera la pena. Como si pudieran...
La última, una amiga cortando una frase al hablar sobre cómo cortarse las venas bien.
Suicidio: en el pueblo de mi abuela lo llaman "la palabra que no se dice", como si no mencionarla pudiera evitar que alguna recién casada se tirara al canal de cabeza.
Como si pudiéramos tentar a la muerte con palabras, y no con hechos.
Sólo sonreí, sin saber cómo explicarla que yo no podría matarme de golpe aunque quisiera.
Que soy un superviviente me lo han dicho muchas veces, y hasta ahora no he empezado a comprender realmente lo que eso significa.
El que sobrevive es el que se encuentra de pronto caminando solo entre las ruinas.
Como todos aquellos que salieron de los campos de concentración nazis, sintiéndose culpables y jurando que ojalá hubieran muerto con los demás.
Y puede que tengan razón, pero aunque volvieran a vivirlo seguirían sin poder hacer otra cosa.
Viktor Frankl sobrevivió, y dejó escrito que sobrevivía quien tenía una actitud pro-activa.
Esa palabra ahora la utilizan los soplapollas de Recursos Humanos, sin tener ni puta idea de lo que significa (lo que quiere decir que la han incorporado a su vocabulario, porque no tienen ni puta idea de lo que significa nada de lo que dicen).
Frankl decía que, a corto plazo, los más fuertes sobrevivían al horror; pero a la larga ni siquiera eso era suficiente. Quien de verdad vivía para contarlo era quien tenía algún motivo para salir adelante.
Yo tengo los míos, que me impedirían acabar con mi vida aunque tuviera el valor de hacerlo. Nunca he considerado el suicidio una cobardía: más bien una canallada, una suerte de asesinato "por poderes" para vengarse de alguien que seguramente no se lo merece.
¿Habéis leído alguna vez una nota de suicidio? Son patéticas, dan más asco que lástima (al menos a mí). Francamente, con lo jodido que está el mundo, al cabrón que se quiera quitar de en medio no deberíamos ni mirarle.
A pesar de pensar así (o precisamente por eso), creo que seguiré viendo de vez en cuando las mismas miradas, escuchando los mismos reproches que cada vez me joden más y me importan menos.
Como si no fuera yo el que se busca todos sus problemas. Como si "hasta que reviente" no fuera una respuesta lo bastante clara.
Y mirándolo por el lado malo, tampoco pasa nada. Porque si reventara, lo primero que haría sería volverme a levantar y seguir adelante.
Porque no puedo hacer otra cosa
La imágen es un lienzo de Alenza que está en el Museo Romántico de Madrid. Aunque no se aprecie bien por la resolución, es bastante cómica.
6 comentarios
Adrián -
si quieren escribirme gente con tourette,,,, adrian_lanus@hotmail.om binevenidos sean !!!!
nennella -
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.
Morgana -
Por cierto, las notas de suicidio siempre he sido de la opinión de que sólo sirven para dejar todavía más hecho polvo a los destinatarios... si en un momento determinado piensas que haces un favor desapareciendo del mapa, mejor digas nada.
Isthar -
aiyana -
Wen -