mientras caigo
El barco se alejaba, prendido en llamas que refulgían sobre las aguas y en las lágrimas clavadas en sus ojos. Todos se habían alejado ya, y la viuda, cruzados los brazos, temblaba, y alzaba su frente con orgullo. La larga trenza rubia, a su espalda, se estremecía con la brisa que la noche arrojaba desde el mar.
No sé dónde estoy. Me he perdido, y ¿dónde estás tú para guiarme?
En tu memoria.
Tengo frío, y ésta noche no serás mi manto.
Ni tu escarcha.
¿Quién alzará ahora tu espada?
Nuestro hijo lo hará, algún día.
¿Cuándo velarás por mí, hijo de cuervos, ahora que te han arrancado las alas?
Mientras caigo...
4 comentarios
on -
Teleoperadora -
- Algo parecido le decía Sancho Panza a Don Quijote...
Saludos
on -
Isthar -