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tourette

boom

El cielo está oscurecido como si todavía no hubiera acabado de amanecer, cubierto por nubes de color de plomo.

Hace frío en la parada. Meto las manos en los bolsillos, doy una calada honda al cigarro y expiro una bocanada de humo y vapor.

A mi izquierda hay un hombre de mediana edad. Tiene el pelo canoso y una incipiente calva en la coronilla, y viste una parca de color granate, pantalones de pana grises y mocasines. Observa nervioso cómo me apoyo en la parada, y mira hacia otro lado.
Me da igual, y miro hacia el cielo frente a mí.

Generalmente, a estas horas pasan aviones, cruzando el cielo con rumbo a destinos que no conoceré jamás. Hoy no lo hacen; o quizá son las nubes las que me impiden verlos.

Frente a mí, en la antena, docenas de pájaros pequeños y negros se amontonan. Debe tener unos cinco pisos de altura, y al amanecer o al anochecer, todos los pájaros despegan de ella, graznando sonoramente, hasta que, si cierro los ojos, puedo sentir que sólo me rodean pájaros, que sólo soy una partícula flotando sobre su batir de alas.

Saco la mano del bolsillo para separarme el cigarro de la boca y tirar la ceniza. A la izquierda, a un par de metros de la parada, tres gorriones dan saltitos sobre el suelo, peleándose por un trozo de algo. Uno de ellos lo coge, otro se lo arrebata de la boca, yo sonrío y levantan el vuelo. hacia los pinos.

No me interesa girar la cabeza. Sólo quiero que llegue el autobús. Sólo quiero que llegue algo.

¿Qué estaban haciendo los japoneses cuando cayó la bomba? Seguramente pillaría a más de uno lavándose los dientes, o trabajando. He oído (puede que lo haya imaginado) que una pareja besándose dejó su silueta marcada sobre la pared mientras moría.

Los que esperaban el autobús dejaron la silueta de un código de barras.

Pienso en ese avión, uno de tantos que no puedo ver. Me imagino un núcleo minúsculo y pesado, tan pesado que todos adquirimos conciencia de que existe antes de que podamos percibirlo.


Entonces el mundo entero enmudece. El resplandor lo inunda todo, bañándonos en un fulgor blanco y brillante.

Lo siguiente puedo verlo, aunque ya sé lo que ha pasado, y tengo perfecta conciencia de que ya estoy ciego. Cuando iba al colegio, un chico mayor nos decía que, si mirábamos fijamente al Sol, se nos derritirían los ojos, y se deslizarían hacia abajo, bajo nuestra piel, ardiendo como metal fundido. A todos les asustaba mucho: a mí no. Sólo pensaba en mirar, y dejar que mis globos oculares se deslizaran sobre mis mejillas como lágrimas. Supongo que eso es justo lo que me ocurre ahora.
No me fijo en los pájaros, ni en el hombre a mi izquierda, pero sé que están muertos y me da igual.

Lo siguiente que percibo son los edificios temblando. De pronto, trozos de fachada primero, y luego los ladrillos mismos, van desprendiéndose de los bloques que nos rodean, volando como hojas secas en el viento de otoño, y dejando los esqueletos renegridos de los edificios, costillas de metal y cemento oxidándose y adelgazando hasta parecer barrotes.

El cielo se ha inundado de rojo, como si alguien hubiera dejado caer sangre en una copa de vodka, gota a gota...

Exhalo un suspiro justo antes de que el aire empiece a arder, y contemplo la nube de fuego que se dirige hacia mí, fluyendo sobre sí misma, majestuosa, como una ola tomando la costa. Puede que la costa tenga nombre, y la ola no, pero durante unos segundos sólo existirá la ola, y con eso basta.

Ahora todo se va fundiendo: cimientos, asfalto, parada, acera, y nuestros huesos (los de los pájaros, los del hombre, los míos mismos) sólo son como la rebaba que deja el estaño al calentarse.

Quisiera poder girarme para ver qué silueta he dejado sobre la acera, estirado, con las manos en los bolsillos y el cigarro en los labios.

m.a.d.r.i.d...

m.a.d.r.i.d...

Miseria.

Atascos.

Despilfarro.

Ruido.

Indigencia.

Desfalcos.


Por cierto, la imágen es harto curiosa: normalmente es la policía la que separa a los manifestantes de los Bancos, pero aquí son los manifestantes los que están en medio... ¿pensarían los antidisturbios hacer un atraco?

pena no se caigan...

pena no se caigan...

meme musical

Me resulta difícil pensar en un grupo favorito, pero teniendo que escoger me quedo con los Nine Inch Nails (soy asquerosamente previsible, lo sé) para responder al meme que me ha pasado Jota.

Y el marrón se lo dejo, si les apetece y el tiempo no lo impide, a Herel, Tita Hellen, Portman, Bambú y La reina del hielo. Se trata de elegir un grupo, y contestar a las preguntas en negrita utilizando como respuesta el título de una canción del grupo escogido.


¿Eres hombre o mujer? Big Man With A Gun
Descríbete: Just Like You Imagined
Qué sienten las personas acerca de tí: Slipping Away
Cómo describirías tu anterior relación sentimental: Get Down, Make Love
Describe tu actual relación con tu novia o pretendiente: That’s What I Get
Dónde quisieras estar ahora: A Warm Place
Cómo eres respecto al amor: Ruiner
Cómo es tu vida: Every Day Is Exactly The Same
Qué pedirías si tuvieras un solo deseo: Something That I Can Never Have
Escribe una cita o frase sabia: Love Is Not Enough
Ahora despídete: Throw This Away

cinefilia

cinefilia

Ni medio lleno ni medio vacío...

miércoles, diciembre 28, 2005

La pregunta sería:

¿Qué vale más un vaso roto o un vaso vacío?

Ahí dejo la pregunta, a ver qué os parece.

posted by On @ 11:51 PM
4 Comments:

Dabid said...

Si tienes el suficiente carisma puedes vender el vaso roto como un concepto nuevo y forrarte...
jue dic 29, 06:20:06 PM 2005

Portman said...

On podría vender a la madre del vaso sin que nadie supiera que ha tenido una coctelera como hijo.
jue dic 29, 10:13:25 PM 2005

d said...

Valen lo mismo pero sirven para cosas distintas. Interesante blog, personal e intransferible. Paso a Gattaca.
vie dic 30, 11:06:49 AM 2005

Alex said...

Hummmm!!! pues... yo diria que...
¿El vaso vacio?
sáb dic 31, 02:24:22 PM 2005

he visto marrones más allá de orión...

he visto marrones más allá de orión...

hasta que reviente

hasta que reviente

Últimamente me da la impresión de que la gente que me rodea se preocupa por mí.

Sobre todo, se lo noto a las mujeres. Todavía no entiendo porqué suelen pretender evitar que me haga tanto daño como quiera. Como si mereciera la pena. Como si pudieran...

La última, una amiga cortando una frase al hablar sobre cómo cortarse las venas bien.
Suicidio: en el pueblo de mi abuela lo llaman "la palabra que no se dice", como si no mencionarla pudiera evitar que alguna recién casada se tirara al canal de cabeza.
Como si pudiéramos tentar a la muerte con palabras, y no con hechos.

Sólo sonreí, sin saber cómo explicarla que yo no podría matarme de golpe aunque quisiera.
Que soy un superviviente me lo han dicho muchas veces, y hasta ahora no he empezado a comprender realmente lo que eso significa.

El que sobrevive es el que se encuentra de pronto caminando solo entre las ruinas.

Como todos aquellos que salieron de los campos de concentración nazis, sintiéndose culpables y jurando que ojalá hubieran muerto con los demás.
Y puede que tengan razón, pero aunque volvieran a vivirlo seguirían sin poder hacer otra cosa.

Viktor Frankl
sobrevivió, y dejó escrito que sobrevivía quien tenía una actitud pro-activa.
Esa palabra ahora la utilizan los soplapollas de Recursos Humanos, sin tener ni puta idea de lo que significa (lo que quiere decir que la han incorporado a su vocabulario, porque no tienen ni puta idea de lo que significa nada de lo que dicen).
Frankl decía que, a corto plazo, los más fuertes sobrevivían al horror; pero a la larga ni siquiera eso era suficiente. Quien de verdad vivía para contarlo era quien tenía algún motivo para salir adelante.

Yo tengo los míos, que me impedirían acabar con mi vida aunque tuviera el valor de hacerlo. Nunca he considerado el suicidio una cobardía: más bien una canallada, una suerte de asesinato "por poderes" para vengarse de alguien que seguramente no se lo merece.
¿Habéis leído alguna vez una nota de suicidio? Son patéticas, dan más asco que lástima (al menos a mí). Francamente, con lo jodido que está el mundo, al cabrón que se quiera quitar de en medio no deberíamos ni mirarle.


A pesar de pensar así (o precisamente por eso), creo que seguiré viendo de vez en cuando las mismas miradas, escuchando los mismos reproches que cada vez me joden más y me importan menos.
Como si no fuera yo el que se busca todos sus problemas. Como si "hasta que reviente" no fuera una respuesta lo bastante clara.

Y mirándolo por el lado malo, tampoco pasa nada. Porque si reventara, lo primero que haría sería volverme a levantar y seguir adelante.

Porque no puedo hacer otra cosa

La imágen es un lienzo de Alenza que está en el Museo Romántico de Madrid. Aunque no se aprecie bien por la resolución, es bastante cómica.

das weisse licht

Hey, ¿cómo estás?

Anoche soñé que me arrancaba la piel a tiras y debajo había cables.

ERROR! 1x0000256C
Respuesta no encontrada en el array del paradigma social imperante.

Me encuentro bien, sólo algo fatigado.

Bueno, eso se pasa...

el legado de Bruto

Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otros sin su consentimiento.

- Abraham Lincoln

Parece ser que al hombre que pronunció esta frase lo mataron al grito de sic semper tyrannis. Irónico, ¿verdad?

mientras caigo

El barco se alejaba, prendido en llamas que refulgían sobre las aguas y en las lágrimas clavadas en sus ojos. Todos se habían alejado ya, y la viuda, cruzados los brazos, temblaba, y alzaba su frente con orgullo. La larga trenza rubia, a su espalda, se estremecía con la brisa que la noche arrojaba desde el mar.

No sé dónde estoy. Me he perdido, y ¿dónde estás tú para guiarme?

En tu memoria.

Tengo frío, y ésta noche no serás mi manto.

Ni tu escarcha.

¿Quién alzará ahora tu espada?

Nuestro hijo lo hará, algún día.

¿Cuándo velarás por mí, hijo de cuervos, ahora que te han arrancado las alas?

Mientras caigo...

el político bueno...

El viejo trazaba círculos pequeños en la arena con la punta de su bastón, mientras la televisión atronaba con las últimas noticias.

- Los políticos de mi época, de cuando yo era joven... los prefiero a los de ahora, la verdad...

Charly asomó ennegrecido de debajo del coche, con una llave en la mano, frunciendo el ceño y deslumbrado por el sol.

- No me joda, abuelo. Los políticos de su época ya estarán todos muertos.

- Por eso, niño, por eso...

milenarismo económico

Europa, en la Edad Media, debía ser muy parecida a un comic de Alan Moore: había un loco prediciendo el apocalipsis en cada esquina. O al menos, eso es lo que nos han contado. Parece que la cosa se agravó al acercarse el año 1000 (cómo nos gustan los números redondos).
Aquí nos pasó algo parecido con el famoso efecto dosmil (el mayor hoax de la historia, diría yo).

Últimamente leo muchos artículos en blogs personales y de economía, en prensa... acerca de la explosión de la burbuja inmobiliaria, y la crisis económica que nos vendría encima cuando eso ocurriera. Lo pintan tan mal como si Fenriss se fuera a comer el Sol...

Voy a analizarlo un poco por encima.

Partamos de la base de que vivimos en un sistema económico capitalista.
El capitalismo, tal como yo lo veo, se basa en: capital, propiedad e información.
Habrá algún marxista que me diga que también se basa en el trabajo, pero eso me parece una obviedad: lo que se basa en el trabajo es la existencia humana. Sin capitalismo, seguiríamos teniendo que trabajar para vivir.

Que el capitalismo se basa en el capital es también obvio. Pero no solamente en el capital: sino en que el hecho de que de ese capital podemos realizar una abstracción: el dinero. Utilizamos el dinero para facilitar el comercio (que fue precisamente el orígen del capitalismo, antes de la revolución industrial).
Una economía de trueque seguiría utilizando capital, pero no podría ser capitalista.
El precio del dinero tiene mucho que ver con el tema que trato.

Luego viene la propiedad. Para que un sistema capitalista funcione, se tiene que garantizar la acumulación de capital. No es posible especular con bienes comunes: tendría la misma relevancia económica que jugar al póker apostando aire.
Por eso, siempre que vemos a los liberales hablar sobre desmantelar el Estado para garantizar la libertad individual, nunca mencionan desmantelar la policía o el sistema penitenciario (que nacieron para preservar la noción de propiedad). El truco es simple: en su discurso, convierten una institución en un derecho. Y no, no es lo mismo.
Por cierto, con propiedad me refiero también a la propiedad pública. Al fin y al cabo, eso que llaman comunismo no es más que capitalismo de Estado (donde, como en todos los monopolios, simplemente se limitan los movimientos del mercado). Y los remedos socialdemócratas posteriores cojean de la misma pata.

En último término, contamos con la información. Quien haya leído algo acerca de teoría de juegos lo entenderá mejor.


Cuando últimamente se habla sobre la burbuja inmobiliaria, todo el mundo se limita a analizarla desde el punto de vista de la propiedad y del capital.

El factor del capital puede hacer que reviente el mercado inmobiliario. Las entidades de crédito, de hecho, ya están empezando a batirse en retirada del sector y a endurecer las condiciones para el crédito hipotecario. Además, teniendo en cuenta que el crecimiento de la economía asociado a la construcción no ha repercutido en un aumento del nivel adquisitivo (entre otras cosas, por la contratación de inmigrantes), es previsible que cada vez menos gente pueda comprar vivienda. Con lo que si merma la demanda...

En cuanto a la propiedad: la única forma de amenazar el mercado inmobiliario socavando el "derecho" a la propiedad, es mediante la okupación. La okupación funciona muy bien para conseguir inmuebles a los que dar un uso colectivo, pero es inviable para lograr viviendas, empezando por el simple hecho de que si okupas una propiedad no puedes abandonarla (no puedes ni ir a trabajar, con lo que eso conlleva).
Además, ningún gobierno va a permitir que atentemos contra la institución de la propiedad: son capaces de aplicar la legislación antiterrorista a los okupas (ya lo han hecho antes...).


Pero lo que yo creo que sí puede reventar el mercado es la información. La retirada de capital del sector podría sencillamente moderar los precios en vez de provocar una crisis.

Sin embargo, de la información depende, y mucho, lo que pase a partir de ahora.

El padre de Kennedy contaba una anécdota (probablemente inventada, pero ejemplarizante) sobre cómo retiró sus activos en Bolsa después de que un limpiabotas le aconsejara sobre inversiones. Si el mercado ha llegado al punto de que un limpiabotas puede opinar sobre él, -pensó-, es que no es seguro. Poco después vino el crack del 29 (una crisis provocada por la especulación, como ésta de la que hablamos).

Dejando al margen el clasismo subyacente a la historia, queda claro que este tipo de comportamientos suelen preceder a las crisis.

Y más en nuestro país. Será que lo de creer que lo sabemos todo va con el carácter mediterráneo, porque vivimos en una tierra llena de abogados, mecánicos, historiadores, informáticos, economistas... de boquilla. Los que dicen: el ladrillo nunca ha bajado. Si no puedes pagar la hipoteca, el banco se queda con la casa y punto. Alquilar es tirar el dinero. Mientras suban los precios, estás ganando dinero.
Esta es la gente que se embarca en hipotecas que no pueden pagar, y nos tratan de idiotas a quienes no lo hacemos.

Pero este tipo de personas son necesarias para que haya un mercado especulativo, porque la especulación se basa en creencias irracionales: si no creyeras que vas a ganar, jamás invertirías; y si sabes racionalmente que vas a ganar, o bien tienes información privilegiada (privilegiada significa que no la tiene casi nadie, no lo que te cuenta tu cuñado; y aquí puede ser incluso un delito utilizarla), o bien eso quiere decir que va a invertir todo el mundo.

Aquí la información juega un papel fundamental: la difusión de creencias, muchas veces arraigadas en nuestra cultura (como el apego a la propiedad del suelo sobre el alquiler), va paralela a cualquier mercado. Volvemos otra vez a la teoría de juegos: es como apostar al póker. No dependes sólo de lo que sabes, sino de lo que los demás saben, de lo que creen, y de lo que saben que tú sabes. Ahí es nada.

Pero la información tiene un papel más importante todavía: la confianza. Al fin y al cabo, la confianza es una creencia (o sea, información). El banco te concede crédito porque confía en que lo vas a pagar. Tú compras la casa porque confías en que te la vas a quedar tú y no el banco. El constructor invierte en la confianza de que va a poder vender.

Esa confianza es imprescindible, porque sin ella el mercado no funciona. Si lo miramos a gran escala, sin confianza el dinero carecería de valor (así que no sería posible una economía capitalista).

Y es esa confianza la que se está quebrando. Los bancos empiezan a cagarse de miedo, porque se dan cuenta de que han confiado (crédito fácil) en muchas personas que probablemente no puedan pagarles nunca. Los constructores empiezan a mirar con más cuidado las inversiones, o bien están liquidando el suelo que les queda, viéndose en lo peor. Los consumidores empiezan a temer que pueda reventar la burbuja.

Esta falta de confianza es la que, precisamente, puede hacer que ésto estalle, en lugar de tener un "aterrizaje suave" como dicen los comerciales de las inmobiliarias. Toda creencia afecta al mercado: cuanto más se extienda, más le afectará.

Así que estoy convencido de que sí, va a estallar la burbuja inmobiliaria. Dudo mucho que el panorama sea tan jodido como algunos lo pintan, pero en cuanto nos hayamos acojonado lo suficiente, tenemos el petardazo asegurado.

¿Y la solución? No la conozco. Creo que no la hay, porque las únicas creencias que podemos contraponer a la pérdida de confianza en el mercado, son las absurdidades que han contribuído a inflarlo y traernos a este punto. Y esas ya no van a valer para nada.

Supongo que éste será el último post que escriba sobre economía. Principalmente, porque considero que la economía es una pseudociencia (al menos, la que se enseña académicamente). Pseudociencia en la que además tengo inmensas lagunas. Además, es un coñazo, sobre todo cuando pretendo tener razón.

Pero después de la cantidad de polladas que he leído en foros, al menos me he desahogado, que es de lo que se trata.

novedades

Hacía tiempo que conocía Pandora, pero no le había dado tanta tralla como le estoy dando ahora, y he descubierto bastantes posibilidades interesantes. Una de ellas, la de publicar una lista de canciones recomendadas/preferidas. Si observáis abajo a la derecha la tenéis (donde antes estaba ese chat tan majo en Java, que ahora ha sido sustituído por un maravilloso error de código que ya arreglaré...).

Intentaré poner cosas no demasiado conocidas (típico locutor de radio frustrado), a ver si con un poco de suerte doy a conocer a algún grupo interesante. Si veo que tiene éxito el tema, ya publicaré cómo descargar esas canciones en MP3 tras escucharlas. Hoy no, que me canso (y el que se queje también es un vago, que en Google se encuentra... -conste-).

El que quiera husmear en el perfil directamente, con emisoras y demás, lo tiene aquí.


Además he abierto una cuenta de Gmail sólo para el blog: on.tourette@gmail.com. Quejas, dudas, lloriqueos, amenazas de muerte, recetas de bizcocho... aquí. Dudo que la mire muy a menudo, pero ahí está.


También recordar que en la parte de abajo a la izquierda está el enlace de xml, para el que utilice algún lector de rss.

Y congratularme de que google-ads deje de anunciar medicamentos para enfermos mentales: ahora ha pasado a las ofertas de empleo. Han dejado de tomarme por una farmacia, para pensar que soy una ETT. Hay que joderse...

monedas y miradas

Anoche, dando un paseo, me ocurrieron dos cosas. Me enteré de que había pasado de curso. Y una chica me miró de reojo.

Son dos cosas que me suelen pasar. Acabar la carrera por los pelos, sujetando el dorsal entre los dientes, y que las chicas de ojos bonitos me miren y yo no las diga nada. Así es mi vida, y al que no le guste que se joda, que se calle y que cambie de canal. Que aproveche, porque yo no puedo.

El caso es que después de un año puteado, de dormir poco, de no dormir, de no comer, de quebraderos de cabeza, papeles, prisas, autobuses, juicios, atascos (muchos atascos), despertadores chinos, cafeína, cd's explosivos, bolsas de té, moratones, relojes, teléfonos, informes, firmas, bancos y colas, por fin lo he conseguido.

Y ahí estaba la chica de ojos grandes para confirmármelo, como si fuera el leit motiv que necesito para darme cuenta de que ésto sigue siendo mi vida, incluso cuando me salen bien las cosas.

Si me escogieran para un viaje a Marte, lo primero que preguntaría es: Vale, bien, voy a pasar a la historia, pero ¿dónde está la chica?
El funcionamiento es sencillo: intento algo, lo consigo, y necesito una mirada fugaz para darme cuenta.

También este año he inaugurado una nueva costumbre en mi vida. Llamadlo superstición.
En mi barrio, cerca de la puerta del Metro, a veces hay una chica que toca el acordeón. Creo que es rumana.

Hace un año, casi por estas fechas, me despidieron de un trabajo. Bueno, realmente despidieron a todo el mundo. Hubo jaleo. No fue algo agradable.
Una de esas mañanas, regresaba a mi casa, completamente jodido y hastiado, y al salir del Metro (en el que, por cierto, recuerdo que me colé), la ví sentada tocando algo. Mi mano, como movida por un instinto, rebuscó en el bolsillo junto al paquete de tabaco, sacó una moneda dorada y la dejó caer en su cesto. Nos sonreímos, y seguí mi camino.
Al día siguiente ya tenía uno de los curros en los que más contento he estado.

Casualmente, me he encontrado con ésta chica cada vez que he firmado un contrato. Y el día que eché la matrícula, lo recuerdo perfectamente porque fue el día del eclipse de sol.
Es algo kármico: yo la doy una moneda, y la vida me devuelve otra cosa. No tiene lógica, pero funciona. Hasta los ateos materialistas podemos permitirnos ciertas veleidades de tanto en cuando. Y el que piense que no, que se joda, que se calle y que mire cómo lo hago.

Hoy no me la he encontrado. No es que eso me preocupe: ya he dicho que no soy supersticioso.

Pero si ves a una rumana tocando el acordeón, dale una moneda de mi parte. Y piensa que tal vez dentro de un tiempo vuelva a encontrarme con una chica de ojos bonitos gracias a tí.

todo es cuestión de tiempo

Dentro de unos minutos. Me levanto y vuelvo al trabajo.
Hace catorce años. Apruebo un exámen improvisando, sin haber tocado el libro. Se nota mucho, y mi profesora dice que voy a ser un fracasado. Decido estudiar periodismo. Creo que escribo bien.
Hace cinco años. Consigo matricularme en periodismo.
Hace doce años. Kurt Cobain se vuela la cabeza.
Dentro de cuarenta y cinco años. Me jubilo.
Hace nueve años. Aprendo a liar porros.
Hace dos años. Abandono la universidad.
Dentro de cuatro horas. Salgo del trabajo.
Hace seis años. Tengo una pastilla en la boca.
Hace diez años. Matan a Tupac Shakur.
Dentro de seis meses. Me presento a un exámen sin estudiar y suspendo.
Hace diez años. Escucho a los Smashing Pumpkins en mi habitación
Hace cinco años. Desabrocho un sujetador.
Hace tres meses. Una amiga me dice que es como si a mi lado no pudiera ocurrir nada malo.
Hace cinco años. No sé dónde estoy. Estoy borracho.
Dentro de un par de días. Pienso que no tengo ni idea de escribir.
Hace siete años. Me cuelo por debajo de una alambrada y rompo un cristal.
Hace siete años. Mi jornada laboral dura doce horas.
Dentro de una hora. Termino de desfragmentar una unidad de red.
Hace once meses. Dejo de fumar asqueado.
Hace veinticuatro años. España ingresa en la OTAN.
Dentro de unos días. Recibo un reproductor de MP3 que encargué.
Hace tres años. Me duelen los pulmones. Desarrollo tolerancia al paracetamol. Se me reprochan mis opiniones pesimistas.
Dentro de siete horas. Me cubro la cabeza con la almohada para no ver la luz.
Hace seis años. Amenazan con apuñalarme. Bebo tequila.
Dentro de un año. Vuelvo a matricularme en la universidad.
Hace ocho años. Me cubro con la cazadora y me escondo entre los arbustos. Hay luna llena, y brillan cientos de estrellas. Me buscan, pero no me cogen.
Hace veinte meses. Despierto en una acera. Apenas recuerdo nada.
Hace tres segundos. Enciendo un cigarrillo.
Dentro de tres meses. Obtengo el permiso de conducir.
Hace tres años. Mientras saco la basura, sueño con tener un empleo mejor, y miro las estrellas.
Hace dieciséis años. Me parten el labio de una patada.
Dentro de cinco horas. Me duermo en el autobús.
Hace cuatro años. Mis comentarios machistas y cínicos enfurecen a una chica que acabo de conocer.
Dentro de veinte horas. Vuelvo a entrar al trabajo.
Hace ciento cuarenta y cuatro años. La ruleta arruina a Dostoievski.
Hace cinco años. Dos aviones se estrellan en el World Trade Center. Yo estaba durmiendo.
Dentro de dos minutos. Lanzo el cigarro contra el suelo. En lugar de rebotar y provocar chispas, se estrella y se apaga lentamente. Miro al cielo, y sólo hay una estrella brillando.
Dentro de tres minutos. Me levanto y vuelvo a entrar.

vaya tela

vaya tela

Papá, dame 20 euros que me voy a hacer comunista.

Que conste que no me ofendo porque no soy comunista, y ya ni siquiera me sorprende... pero lo dicho, vaya tela.

alzarse

La parte mala no viene cuando caes. Ni siquiera cuando te vas deslizando poco a poco, al principio, y sientes un cosquilleo en el estómago que te dice que lo peor está por llegar. Ni siquiera cuando te estampas. Tampoco cuando miras hacia arriba, y te das cuenta de lo lejos que estás, y empiezas a dudar de que tus extremidades, cada vez más flacas, puedan sostenerte.

Lo jodido viene cuando te levantas. Porque de pronto, todo el dolor, toda la rabia que hasta hace un instante eran el centro de tu existencia, se convierten en polvo.

En ese momento, tanto daría no tener alma.

- Tengo que contarle esto a mi psicoanalista...

- ¿El qué?

- Que tengo a un colega sentado en mi sillón, buscando como un loco la polla de un perro en un catálogo de IKEA.

- Tu psicoanalista... quiero conocerlo.

Esto, con un colega a las 10:50 de la mañana del domingo.... vaya tela...

modernillos

modernillos

Y el original. Por cierto, dos aclaraciones. La primera es que está basado en hechos reales; la segunda es que, por una vez, voy a volver a citar una canción en un post.

No soporto esas reuniones, ponen música y habláis...
¿Habláis de música y no la escucháis?
Progres me tocáis la polla

Progres, - Tote King